miércoles, 8 de febrero de 2012

Prólogo


El Principio del Fin

11 de Junio de X826


Suica caminaba ausente por el paseo marítimo, aún con las cicatrices del pasado abiertas, iba distraída, de vez en cuando chocaba con alguien y se marchaba sin disculparse apenas. Ya no la quedaba nada, todo, incluso a ella misma se lo había llevado Él, pero ya había acabado todo, el tiempo se agotó y pudo escapar de aquella preciosa pesadilla, por fin, tras tantos lamentos, lloros, gritos y olor a sangre, podía pasear, por fin despreocupada, cerca del mar.



Todo acabó, no más noches eternas, no más heridas ni sorpresas. Ella acabó con todo, y ya no le quedaba nada, pero sabe que eso nunca acabó, lo supo cuando volvió a oír la melodía, Su melodía, que continuó sonando, pero para entonces ella ya no estaba allí, y no lo pudo soportar más; el miedo se le apoderó y salió corriendo con las manos en los oídos, llorando y gritando del dolor, intentando callar los recuerdos, hasta que desconectó de aquel mundo.

Desconectó, por lo que nunca pudo alcanzar a escuchar los gritos de los transeúntes, ignoró los avisos sobre la dirección hacia donde se dirigía, no soportaba escuchar aquella canción, y se rindió frente a ella. Muchos decidieron apartar la vista, los que no, intentaron mirar fijamente para quizás, intentar recordar el ultimo acto de la chica, quién sin dejar de gritar corrió por la cuesta del faro, dónde sin ver nada mas, continuó hasta que supo que no estaba en tierra. Y se dejó caer, libre de cualquier atadura, creyendo que actuaba de forma libre, tal y como la pasó allí.


Se precipitó al vacío sabiendo que no subiría de nuevo.