domingo, 6 de mayo de 2012

Capítulo 1

La Playa
-¡Quieto todo el mundo!
Pegó dos tiros al aire, no quería herir a nadie, ni siquiera sabía como había llegado hasta tal situación, Ethan sólo se dejaba llevar por la corriente que le controlaba. De cara se abría ante él un majestuoso vestíbulo con más de treinta personas tiradas en el suelo, mirándole con miedo, rabia, odio. Pero lo que él buscaba se encontraba a sus espaldas, la cajera temblando cumplía todas y cada una de las órdenes que él le mandaba. Se sentía poderoso, sabía que les dominaba y le temían, podría cumplir su objetivo en menos tiempo del planeado.
Pero. ¿Cuál era su objetivo?
Analizaba cada instante que sucedía a su alrededor.Una suave risa empezó a sonar en su cabeza que le hizo reaccionar, ¿Por qué estaba en esta situación? ¿Qué busca? Miró hacia la cajera, quién le devolvió una mirada de súplica, temerosa que el próximo tiro fuera directo a ella. Ethan ya era dueño completo de sus movimientos, ya había comprendido la situación, ahora sólo le quedaba disfrutar de ella
-Venga preciosa, simplemente lléname esta bolsa y me iré sin herir a nadie- Soltó una negra bolsa de deportes sin saber de dónde venía y la cajera nerviosa empezó a llenarla rápidamente, una vez acabó, Ethan comprobó su contenido y le devolvió otra sonrisa a la joven.
Mientras se dirigía triunfal hacia la salida las risas fueron aumentando, las notaba más cerca y empezó a reconocerlas, la sonrisa se esfumó de su cara sabiendo que pronto todo iba acabar, sus sospechas se confirmaron cuando al abrir las puertas del banco, una avalancha de arena se precipitó sobre él sacándolo de tan precioso sueño
-¡Lluvia de Arena!
Ethan se revolvió sobre sí mismo, agitando los brazos intentando dar a ciegas a quién le había echado encima aquella lluvia especial
-Tío, Mick estaba durmiendo, ¿no se te ocurre nada mejor que hacer o qué? -Se quejó malhumorado, siempre había tenido un mal despertar pero sobretodo si eran bruscos, inesperados y le sacaban de sueños tan emocionantes como el que estaba teniendo en ese momento
Lo siento bella durmiente- Rió - Pero ya es hora de que te despertaras, si te dejábamos más tiempo durmiendo con este sol, íbamos a dejar de tenerte como amigo para pasar a tener un  cangrejo como mascota
Ethan se desperezó mientras sus ojos pedían escapar de la brillante luz que les envolvía, Mick le ayudó a levantarse y vio como Blair se acercaba desde la playa con otro cubo, pero esta vez lleno de agua.
Ni se te ocurra-Amenazó- Vamos, que estoy ya despierto no me torturéis más
¡MICHAEL!-se quejó- te dije que me esperaras, la idea era llenarle de barro y enterrarlo, no convertirlo en una croqueta zombie.
Si no fueras tan lenta Blair, lo hubiéramos hecho así-La guiñó un ojo- pero como tu enorme culo ha echo que tardaras siglos en volver pues quise empezar sin ti, lo siento
Blair no le dejó terminar de hablar, cogió el cubo y se lo echó directamente a la cara, intentando enfriar las ideas de su amigo, quién no pudo esquivar el golpe y el agua le cubrió sin problemas. Entonces impresionado salió corriendo detrás de la chica para intentar demostrar su orgullo masculino y tomar su venganza
Ethan contempló la escenita de sus amigos que ya se habían alejado y se dirigían a la orilla, dónde habían acabado tirándose al agua e intentado ahogarse mutuamente. Ethan suspiró, llevaba años aguantando esas riñas infantiles que parecía que sin valor nunca terminarían.

-Venga, estos dos siguen igual que siempre ¿Qué pasó Ahora Ez?

[Tengo tapón mental y lo siguiente no me convencía, esto es la primera parte del primer capítulo quedan todavía MUUUCHO xD pero os lo dejo por que lo prometí... espero que se me pase el parón mental que tengo y pueda seguir pronto ;) Espero todos vuestras críticas, las necesito de veras, a cualquier cosita decidla no os lo calleís, bezazos para todoooos]

miércoles, 8 de febrero de 2012

Prólogo


El Principio del Fin

11 de Junio de X826


Suica caminaba ausente por el paseo marítimo, aún con las cicatrices del pasado abiertas, iba distraída, de vez en cuando chocaba con alguien y se marchaba sin disculparse apenas. Ya no la quedaba nada, todo, incluso a ella misma se lo había llevado Él, pero ya había acabado todo, el tiempo se agotó y pudo escapar de aquella preciosa pesadilla, por fin, tras tantos lamentos, lloros, gritos y olor a sangre, podía pasear, por fin despreocupada, cerca del mar.



Todo acabó, no más noches eternas, no más heridas ni sorpresas. Ella acabó con todo, y ya no le quedaba nada, pero sabe que eso nunca acabó, lo supo cuando volvió a oír la melodía, Su melodía, que continuó sonando, pero para entonces ella ya no estaba allí, y no lo pudo soportar más; el miedo se le apoderó y salió corriendo con las manos en los oídos, llorando y gritando del dolor, intentando callar los recuerdos, hasta que desconectó de aquel mundo.

Desconectó, por lo que nunca pudo alcanzar a escuchar los gritos de los transeúntes, ignoró los avisos sobre la dirección hacia donde se dirigía, no soportaba escuchar aquella canción, y se rindió frente a ella. Muchos decidieron apartar la vista, los que no, intentaron mirar fijamente para quizás, intentar recordar el ultimo acto de la chica, quién sin dejar de gritar corrió por la cuesta del faro, dónde sin ver nada mas, continuó hasta que supo que no estaba en tierra. Y se dejó caer, libre de cualquier atadura, creyendo que actuaba de forma libre, tal y como la pasó allí.


Se precipitó al vacío sabiendo que no subiría de nuevo.